EL ÚLTIMO NO TENIA COORDENADAS, NI MAPA, NI CAMINOS. TENIA UN TERMOMETRO MARCANDO SIEMPRE LO MISMO, UN RELOJ A LA MISMA HORA, UN CANSANCIO DEMASIADO JOVEN.
EL ÚLTIMO ERA MENOS FRÁGIL QUE LA NIEVE ANTERIOR DE ESTE INVIERNO.
ERAS MENOS BELLO
ERA PERVERSO COMO LA LLUVIA DE VERANO.
AL ÚLTIMO, NO QUIZE ASESINARLO (COMO A LOS OTROS) EL SABRÁ LLEGAR DIRECTO A ESE CAMINO.
SI APARECES UNA TARDE DE ESAS, TE DARE TODOS LOS DOLORES QUE DEJASTE.
TE ENTREGARÉ LA HERENCIA DE MIS LÁGRIMAS, DESATARE EL VOLCAN Y ESCUPIRE TU ROSTRO
SOLO SI APARECES AL FINAL DE ESTA LINEA
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